El archivo musical de la Concatedral

El Archivo Musical de la Concatedral de Santa María la Mayor de Cáceres es una obra que se comenzó a realizar en el año 2000, y que ha venido realizándose hasta el año 2007 en que se finalizó el inventario y catalogación del mismo con la realización de las últimas secciones de este que fueron los Cantorales y Cuadernos que había depositados en las cajas del Coro y la parte superior de la Sala Capitular/museo. 

La realización de tan vasta obra tuvo como motivo principal el hecho de poner en conocimiento del personal del Templo, tanto sacerdotes como organistas, los fondos de que se disponían y que por causas como la vacante del puesto de organista y el continuo paso de personas que ocuparon ese puesto de manera oficiosa o de forma ocasional y esporádica habían dejado éste en un caos organizativo cuando no en el olvido. 

La principal dificultad con la que nos encontramos a la hora de comenzar el inventario fue la de decidir si se realizaba primero el inventario y posteriormente el catálogo o si se podrían realizar ambas actividades a la vez; se decidió inventariar y catalogar a un mismo tiempo porque, a pesar de que sería mucho más complicado se podría ir realizando un trabajo más completo además de no tener que trabajar varias veces con un mismo libro pues no se contó con un lugar fijo para realizar esta actividad hasta fechas muy recientes. Para realizar la catalogación, se empleó como primer criterio, la utilización del numerus currens dentro de una misma sección,  pues, algunas veces, se encontraban pequeñas colecciones de cinco o seis libros que podían quedar divididas de una caja a otra, y que la sección sexta, correspondiente a los cantorales, se encuentra ordenada en la parte superior de la sacristía/museo de la Concatedral; con lo que se comprendió que este criterio sería el más acertado. 

Desde un punto de vista técnico, podemos decir que se encuentra dividido en siete partes que son: Música Sacra, Música Profana, Revistas, Manuscritos, Cuadernos, Cantorales  y Anexo I - Fichas de Música Sacra; pero el porqué de esta denominación se debe principalmente al hecho de identificar el soporte físico con su contenido; de esta forma, los dos primeros bloques, Música Sacra y Música Profana son dos bloques que contienen obras tanto corales como para órgano u otros instrumentos pero que difieren totalmente en su temática; son en su mayoría recopilaciones de las obras musicales de los grandes maestros de la historia divididos en estos dos grupos; así, el primero de estos grupos ocupa un total de veinte cajas y cuatrocientos noventa y cuatro libros de música de temática religiosa, entre los que podemos destacar Der Messias de Händel, The La Salle Hymnal o también una recopilación de obras de Mozart del siglo XIX.

La Segunda parte, Música Profana, ocupa un total de seis cajas y doscientos cuarenta y tres libros dentro del conjunto del archivo, y se compone por métodos de aprendizaje en la ejecución al órgano, la guitarra, solfeo y el canto, además de obras populares y clásicos como algunas de las partes de la Suite Iberia de Isaac Albéniz. 

Las Revistas son el tercer cuerpo de este archivo,  un conjunto de entregas mensuales y bimestrales de música sacra y profana que se decidió que formaran un cuerpo aparte por su volumen; dentro de ellas se pueden apreciar dos tipos de títulos: Tesoro Sacro Musical y Melodías; y un solo número de Voci Bianci; son un total de setenta y cuatro revistas recopiladas en dos cajas en las que se separa un título de otro. 

Los Manuscritos son el elemento más extenso dentro de este archivo, pues en cinco cajas encontramos quinientos treinta y nueve legajos divididos en manuscritos, propios de las personas que los firman; transcripciones, que son copias de obras de otros autores o de los grandes maestros clásicos y copias; que pueden ser tanto de obras manuscritas como impresas, pero que se consideró necesario que fueran incluidas por la falta de un original que las anulase o por la variedad que aportaban al archivo aun teniendo un original. 

Debemos comentar también que en la sección Manuscritos podemos encontrar algunas obras repetidas, esto es por las variaciones que se pueden apreciar dentro de ellas, estar escritas con un tono distinto, con un compás distinto, ritmo diferente o simplemente que unas sean el borrador de la otra que es la versión definitiva. Dentro de las obras que son Copias, también podemos hacer referencia a la Toccata y Fuga en re m  de J. S. Bach, que se encuentra repetida en esta misma sección porque son ediciones diferentes, y para instrumentos diferentes, en este caso nos pareció que dar cabida a las dos aportaría riqueza a la sección y al conjunto. 

La sección quinta, Cuadernos, contiene  música folklórica y clásica recopilada en treinta y nueve cuadernos de música que a lo largo de los años se fueron transcribiendo o componiendo por los organistas y sacerdotes que pasaron por este Templo. 

Respecto a la sección sexta, Cantorales, aparte de las dificultades físicas propias del manejo de libros de tal volumen y peso, nos encontramos con el beneficio de que algunos de los cantorales de la Concatedral estaban identificados con cartelas en el exterior que identificaba su contenido y su uso; en el resto, la dificultad fue la supuesta de traducir de la lengua latina al Castellano el contenido para averiguar qué tipo de obras contenían y el posible uso que a estas se dio en el pasado. 

Por otro lado, el contenido mismo de las secciones aquí desarrolladas es muy variado; por un lado dentro de la sección cuadernos, tenemos obras que son originales y otras que son transcripciones, la diferencia apreciada entre ambas es que las primeras son producciones propias de los autores que firman los cuadernos, mientras que las transcripciones son copias manuscritas o adaptaciones de obras de otros autores, que en la mayoría de los casos son de los Maestros Clásicos de la historia. 

Dentro de esta sección que comentamos, los autores de los cuadernos que forman esta sección son pocos, lo que no indica por ello que la producción musical sea mediocre en cuanto a su calidad o poca por su cantidad; son, entonces, los algunos de los autores, D. José Luís Rubio Pulido, D. Ricardo Sánchez Sales entre otros; aparte de dos cuadernos de música de Luís Pulido, tío de D. José Luís Rubio Pulido, que aunque nunca tuvo relación con este templo, probablemente llegaron aquí de la mano de su sobrino José Luis, que como es sabido desempeñó en Cáceres el puesto de Organista en la Concatedral de Santa María. 

Aparte, pues, de los autores de los cuadernos de música del archivo, decíamos que la producción musical era variada, ejemplo de nuevo que queda demostrado con los ocho cuadernos de música regional de D. José Luís Rubio Pulido fechados desde 1949 en las distintas localidades de la geografía Extremeña; pero que contienen canciones de toda la geografía española, aportando datos incluso de las personas que dictaron los cantos que se transcriben y de las condiciones en que llegaron a ellos. 

De la sección sexta, podemos decir que son, en su mayor parte, misas e himnos propios de las fiestas de los santos aunque algunos están muy deteriorados. O incluso cortados donde debieran aparecer miniados de los encabezamientos o incipit musicales, por lo que es muy difícil identificar las obras que contienen. 

De los cantorales se pueden destacar, además, las anotaciones que se han encontrado referentes a diversos personajes como sacerdotes (el caso de D. Juan Sanguino, Pbro.) o (Gregorio García Garzón, Sochantre de 1848 a 1889). 

El Anexo I - Fichas de Música Sacra; se considera una sección aparte y no dentro del primero de Música Sacra por su forma externa, siendo esta una colección ordenada por orden alfabético de temática religiosa ordenadas en seis archivadores. 

De esta forma, después de haber dado a conocer el conjunto de Secciones de este Archivo, el organigrama se perfilaría de la siguiente forma:


            ARCHIVO MUSICAL:

  • Música Sacra.
  • Música Profana. 
  • Revistas. 
  • Manuscritos. 
  • Cuadernos. 
  • Cantorales. 
  • Anexo I – Fichas de Música Sacra. 
 Para finalizar, apuntaremos que el hecho de que en cada una de las secciones se haya utilizado numerus currens es para facilitar su utilización pues este es un archivo eminentemente práctico, no histórico. Igualmente se optó por las denominaciones dadas a cada una de las secciones, por la facilidad que implica el identificar las secciones con la temática de su contenido, menos conocidas y más confusas, en preferencia sobre otras ya publicadas después de consultar con organistas y personal conocedor de los archivos musicales dentro del seno de la Conferencia Episcopal Española; los cuales, al tanto de las características de este modesto archivo aconsejaron de la mejor forma; además para facilitar el trabajo de posibles investigadores que pueden encontrar directamente lo deseado.


Manuel Sánchez y Sánchez
Tomás Sánchez Sánchez

Francisco José Sánchez Sánchez

Organistas de la Concatedral